Si se acaba de enterar de que su hija adolescente va a tener un bebé, es probable que sienta una gran variedad de emociones, desde conmoción y desilusión hasta pena y preocupación por el futuro.
Algunos padres tienen un sentimiento de culpa, piensan que si tan sólo hubieran hecho más para proteger a su hija esto no hubiera sucedido. Y aunque a algunos padres los avergüenza el embarazo de su hija adolescente y les preocupa cómo reaccionarán los familiares, amigos y vecinos, otros están felices por la noticia de la inminente llegada de un nieto, especialmente si la adolescente es mayor y tiene una relación madura.
Sean cuales fueran los sentimientos que usted tenga, es probable que éste sea un momento difícil para su familia. Lo importante es que su hija adolescente ahora lo necesita más que nunca. Es esencial ser capaces de comunicarse entre sí, especialmente cuando los ánimos están caldeados. Las adolescentes que llevan adelante un embarazo tienen preocupaciones especiales en lo que respecta a la salud, y su hija tendrá un embarazo más saludable (tanto a nivel físico como emocional) si sabe que no está sola.
Entonces, ¿qué puede hacer usted como padre de una adolescente que tendrá un bebé? Reconocer sus sentimientos y trabajarlos para poder aceptarla y apoyarla. ¿Eso significa que no tiene derecho a sentirse desilusionado e incluso enojado? No. Tales reacciones son comunes. Es probable que tenga un gran caudal de emociones que manejar, especialmente al principio. Pero la realidad del bebé que está en camino significa que tendrá que superar sus sentimientos iniciales para bien de su hija y del bebé.
Si necesita ayuda para manejar sus sentimientos sobre la situación, hable con alguien de su confianza o busque asesoramiento profesional. Un tercero neutral puede ser un excelente recurso en momentos como éste.
Sólo un corto tiempo atrás es probable que las mayores preocupaciones de su hija hayan sido salir con sus amigos o decidir qué ropa ponerse. Ahora está lidiando con las náuseas matutinas y programando visitas prenatales. El mundo se le ha puesto patas arriba.
La mayoría de las adolescentes solteras no planean quedar embarazadas y a menudo, cuando sucede, sienten pánico. Muchas de ellas, en especial las más jóvenes, mantienen en secreto la noticia del embarazo porque temen el enojo y la desilusión de sus padres. Algunas hasta quizás se nieguen a sí mismas que están embarazadas, lo que hace que sea aún más importante para los padres intervenir y procurar atención médica para su hija lo antes posible. Los embarazos de las adolescentes más jóvenes, en particular, se consideran de alto riesgo porque sus cuerpos todavía no han terminado de crecer y aún no están del todo maduros.
Los adolescentes varones que van a convertirse en padres también necesitan que sus padres se involucren. A pesar de que a algunos muchachos les puede agradar la posibilidad de relacionarse con sus hijos, otros se sienten asustados y culpables, y es posible que sea necesario alentarlos para que enfrenten sus responsabilidades (en todos los estados, el padre es legalmente responsable de la manutención del niño).
Sin embargo, eso no significa que debe presionar a su hija o hijo adolescente para que se case si no lo desea. Ofrezca sus consejos, pero recuerde que obligar a su hijo a que acepte su opinión o usar amenazas a la larga se le puede volver en contra. Aquí no hay una solución que sirva para todos. Una comunicación abierta entre usted y su hijo o hija adolescente será de gran utilidad para analizar el futuro
Algunos padres tienen un sentimiento de culpa, piensan que si tan sólo hubieran hecho más para proteger a su hija esto no hubiera sucedido. Y aunque a algunos padres los avergüenza el embarazo de su hija adolescente y les preocupa cómo reaccionarán los familiares, amigos y vecinos, otros están felices por la noticia de la inminente llegada de un nieto, especialmente si la adolescente es mayor y tiene una relación madura.
Sean cuales fueran los sentimientos que usted tenga, es probable que éste sea un momento difícil para su familia. Lo importante es que su hija adolescente ahora lo necesita más que nunca. Es esencial ser capaces de comunicarse entre sí, especialmente cuando los ánimos están caldeados. Las adolescentes que llevan adelante un embarazo tienen preocupaciones especiales en lo que respecta a la salud, y su hija tendrá un embarazo más saludable (tanto a nivel físico como emocional) si sabe que no está sola.
Entonces, ¿qué puede hacer usted como padre de una adolescente que tendrá un bebé? Reconocer sus sentimientos y trabajarlos para poder aceptarla y apoyarla. ¿Eso significa que no tiene derecho a sentirse desilusionado e incluso enojado? No. Tales reacciones son comunes. Es probable que tenga un gran caudal de emociones que manejar, especialmente al principio. Pero la realidad del bebé que está en camino significa que tendrá que superar sus sentimientos iniciales para bien de su hija y del bebé.
Si necesita ayuda para manejar sus sentimientos sobre la situación, hable con alguien de su confianza o busque asesoramiento profesional. Un tercero neutral puede ser un excelente recurso en momentos como éste.
Sólo un corto tiempo atrás es probable que las mayores preocupaciones de su hija hayan sido salir con sus amigos o decidir qué ropa ponerse. Ahora está lidiando con las náuseas matutinas y programando visitas prenatales. El mundo se le ha puesto patas arriba.
La mayoría de las adolescentes solteras no planean quedar embarazadas y a menudo, cuando sucede, sienten pánico. Muchas de ellas, en especial las más jóvenes, mantienen en secreto la noticia del embarazo porque temen el enojo y la desilusión de sus padres. Algunas hasta quizás se nieguen a sí mismas que están embarazadas, lo que hace que sea aún más importante para los padres intervenir y procurar atención médica para su hija lo antes posible. Los embarazos de las adolescentes más jóvenes, en particular, se consideran de alto riesgo porque sus cuerpos todavía no han terminado de crecer y aún no están del todo maduros.
Los adolescentes varones que van a convertirse en padres también necesitan que sus padres se involucren. A pesar de que a algunos muchachos les puede agradar la posibilidad de relacionarse con sus hijos, otros se sienten asustados y culpables, y es posible que sea necesario alentarlos para que enfrenten sus responsabilidades (en todos los estados, el padre es legalmente responsable de la manutención del niño).
Sin embargo, eso no significa que debe presionar a su hija o hijo adolescente para que se case si no lo desea. Ofrezca sus consejos, pero recuerde que obligar a su hijo a que acepte su opinión o usar amenazas a la larga se le puede volver en contra. Aquí no hay una solución que sirva para todos. Una comunicación abierta entre usted y su hijo o hija adolescente será de gran utilidad para analizar el futuro
Nutrición
Comida rápida, bebidas gaseosas, dulces: las dietas de los adolescentes son notablemente desequilibradas. Comer bien aumenta enormemente las probabilidades de su hija adolescente de tener un bebé saludable, de modo que aliéntela a mantener una dieta bien equilibrada que incluya abundante cantidad de frutas, vegetales y panes integrales (use como guía la pirámide nutricional).
Los nutrientes importantes incluyen:
•proteínas (carne magra, pescado, pollo, clara de huevo, frijoles, mantequilla de maní, tofu)
•calcio (leche y otros productos lácteos)
•hierro (carnes rojas magras, espinaca, cereales fortificados con hierro)
•ácido fólico (vegetales de hoja verde, frijoles, arvejas, cereales fortificados)
También es esencial beber mucha agua.
El embarazo no es momento para que su hija adolescente se ponga a dieta. Cuando están embarazadas, es posible que algunas adolescentes sientan la tentación de contrarrestar el aumento de peso normal del embarazo reduciendo calorías o haciendo demasiado ejercicio, dos cosas que pueden provocar un daño grave a sus bebés. Si usted sospecha que su hija adolescente tiene una preocupación enfermiza por el peso, hable con su proveedor de atención médica.
Ejercicio físico
Si su hija adolescente estaba en buen estado físico antes de quedar embarazada y no experimenta ninguna complicación relacionada con el embarazo, probablemente su proveedor de atención médica la aliente a que siga haciendo ejercicio.
A la mayoría de las mujeres les resulta beneficioso hacer algo de ejercicio durante el embarazo, aunque es posible que tengan que modificar su actividad. Los ejercicios de bajo impacto, como caminar o nadar, son los mejores. Dígale a su hija que hable con su proveedor de atención médica sobre sus planes de ejercicio físico al comienzo.
Los nutrientes importantes incluyen:
•proteínas (carne magra, pescado, pollo, clara de huevo, frijoles, mantequilla de maní, tofu)
•calcio (leche y otros productos lácteos)
•hierro (carnes rojas magras, espinaca, cereales fortificados con hierro)
•ácido fólico (vegetales de hoja verde, frijoles, arvejas, cereales fortificados)
También es esencial beber mucha agua.
El embarazo no es momento para que su hija adolescente se ponga a dieta. Cuando están embarazadas, es posible que algunas adolescentes sientan la tentación de contrarrestar el aumento de peso normal del embarazo reduciendo calorías o haciendo demasiado ejercicio, dos cosas que pueden provocar un daño grave a sus bebés. Si usted sospecha que su hija adolescente tiene una preocupación enfermiza por el peso, hable con su proveedor de atención médica.
Ejercicio físico
Si su hija adolescente estaba en buen estado físico antes de quedar embarazada y no experimenta ninguna complicación relacionada con el embarazo, probablemente su proveedor de atención médica la aliente a que siga haciendo ejercicio.
A la mayoría de las mujeres les resulta beneficioso hacer algo de ejercicio durante el embarazo, aunque es posible que tengan que modificar su actividad. Los ejercicios de bajo impacto, como caminar o nadar, son los mejores. Dígale a su hija que hable con su proveedor de atención médica sobre sus planes de ejercicio físico al comienzo.